Una podóloga que estaba tratando a Elsie Melling llamó a la ambulancia porque sufrió una caída. La mujer de 93 años y de Barnsley, West Yorkshire, recibía a diario la visita de varios especialistas de los servicios sociales, sin embargo, ese día les avisaron de que la anciana iba a ser llevada al hospital y que no debían ir.
Sin embargo, cuando llegó la ambulancia decidieron no trasladarla al hospital. Así, que Melling se quedó en casa y estuvo cuatro días sin asistencia y sin recibir sus medicinas diarias para la insuficiencia cardíaca y la presión arterial.
La empresa que asistía a la anciana ha pedido disculpas a la familia. El podólogo le dijo al cuidador que se podía ir porque la ambulancia estaba en camino y teníamos que haber hecho las comprobaciones pertinentes, ha admitido el director de la empresa, Ian Jukes.
TE PUEDE INTERESAR:
La hija de la anciana, Julie, ha explicado, según recoge el diario Metro, que sabía que algo no va bien: “Siempre la visito un domingo. Sabía que algo no estaba bien porque las cortinas no estaban abiertas. No había tomado ningún medicamento durante tres días, todavía estaba en pijama y la calefacción no estaba encendida. Pude ver que ella había tratado de hacer una taza de té, pero no había comido nada”.
La otra hija de la mujer, Patricia, ha lamentado que si la empresa de asistencia la hubiera llamado a Julie o a ella, no se la hubieran dejado sola tres días”. Jukes ha admitido un error de comunicación pero el forense, David Urpeth, no encontró negligencia.