Aparecen un teniente y cuatro soldados colombianos desaparecidos tras un ataque de las FARC

AGENCIA EFE 25/03/2009 00:00

Los ataques fueron perpetrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el Guaviare (sur), donde murieron cuatro militares, y en Santa Rosa del Sur (Bolívar, norte), donde los rebeldes de ese grupo y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) mataron a tres policías.

Un teniente y cuatro soldados del Ejército desaparecidos tras una emboscada en el Guaviare se comunicaron para expresar que están bien, pero otro soldado sigue en paradero desconocido, dijo el general Fredy Padilla De León, comandante de las Fuerzas Militares.

Los cinco militares fueron contactados por un destacamento castrense y están "en excelentes condiciones", señaló el oficial en un comunicado.

El ataque se registró en Puerto Cachicamo, a 30 kilómetros de San José del Guaviare, capital del departamento, situada 400 kilómetros al sur de Bogotá, según relató un soldado que huyó y llegó de madrugada.

Entretanto, la facción conjunta de guerrilleros de las FARC y del ELN atacó anoche un puesto de vigilancia en Santa Rosa del Sur, donde murieron tres policías y siete resultaron heridos.

Al menos dos insurgentes murieron en combates previos a la emboscada que las FARC tendieron a la fuerza pública en el Guaviare, en lo que ya se conoce como "Marzo negro".

El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, dio hoy en una reunión con la prensa en Bogotá detalles de la acción rebelde de más envergadura, la del Guaviare, región en la que las FARC mantuvieron durante años a los rehenes más prominentes de un grupo de secuestrados que pretenden canjear por insurgentes presos.

Versiones periodísticas previas habían advertido de la desaparición de 25 militares de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, creada para perseguir al mando central rebelde, tras un bombardeo a una base insurgente.

El general Padilla detalló que la reacción guerrillera se produjo cuando las tropas aseguraban el ingreso de los funcionarios judiciales que debían hacer el levantamiento legal de los cadáveres de los insurgentes abatidos.

El militar ratificó que "las tropas continuarán, con decisión y compromiso, cumpliendo la misión constitucional de garantizar la paz y la seguridad en el territorio nacional".

Los guerrilleros acrecentaron sus acciones a mediados de este mes para conmemorar la muerte del máximo líder de las FARC, Pedro Antonio Marín, más conocido como "Manuel Marulanda" o "Tirofijo", que se cumple este jueves.

La ofensiva rebelde comenzó a mediados de marzo cuando las FARC volaron un acueducto en el departamento del Meta y dejaron sin agua a gran parte de su capital Villavicencio, por más de una semana.

El 18 de marzo prosiguieron con el incendio de seis camiones articulados en la zona rural de Tibú, localidad de la frontera nordeste con Venezuela.

Desde entonces, han cometido otros sabotajes contra medios de transporte e infraestructuras de carreteras en esa misma región y en un tramo de la llamada Vía Panamericana, que atraviesa el país de norte a sur y se adentra en Ecuador.

En este lapso, la Policía ha interceptado dos automóviles-bomba, uno de ellos en Pasto, capital de Nariño, departamento de esa misma región limítrofe, y otro en una zona rural del suroeste.

Las autoridades creen que el primero iba a ser utilizado para un atentado contra el edificio de la gobernación departamental y el segundo, para destruir un puente de la carretera que une los departamentos del Huila y el Caquetá.

"La Fuerza Pública está preparada para el famoso 'Marzo negro' y (para) cualquier tipo de acción que la guerrilla quiera hacer contra la población colombiana", señaló el ministro de Defensa.

Pese a los dos fuertes ataques perpetrados ayer, Santos restó importancia al plan de los guerrilleros, quienes en marzo de 2008 perdieron a otros dos miembros de su Secretariado (mando central), además de "Marulanda", quien al parecer pereció víctima de una crisis cardíaca a los 78 años de edad.

El primero de ellos fue "Raúl Reyes", segundo al mando y portavoz internacional de las FARC, abatido el 1 de ese mes durante un bombardeo colombiano a su campamento instalado en las selvas del norte ecuatoriano.

Días después, el jefe del bloque oeste de la organización, "Iván Ríos", murió a manos del responsable de su seguridad, "Rojas", quien se entregó a las autoridades con la mano derecha del líder insurgente, que había cercenado para presentarla como prueba del crimen.