Este momento es ya toda una tradición navideña para miles de brasileños. Con el encendido del árbol flotante de Navidad más grande del mundo arranca la temporada navideña aquí en Río de Janeiro. De todas partes del mundo vienen a celebrar el evento, que se repite desde 1996 y que en cada edición atrae a más y más turistas.
Este año, el abeto gigante de 85 metros de alto ha lucido una decoración de luces basada en las cuatro estaciones. Todo un espectáculo de color en el corazón de la Lagua Rodrigo de Freitas que ha culminado con fuegos artificiales.