La colonia constará de unas 60 viviendas, que se levantarán colindantes al barrio árabe de Al Suahara, en un enclave de unos 3,5 dunams (3.500 metros cuadrados) rodeado de barrios palestinos, según el Haaretz.
Según el rotativo, la edificación, que consistirá en tres edificios de entre 7 y 8 plantas, cuenta con el permiso de la Alcaldía de Jerusalén, que es uno de los propietarios del terreno y que autorizó la construcción del asentamiento en el año 2000.
Dani Seideman, abogado de la ONG Ir Amin, que trabaja en pro de la coexistencia en Jerusalén, denuncia que frente a las tres viviendas que se permiten construir por cada mil metros cuadrados a los árabes, en este nuevo asentamiento se han autorizado unas 20 casas por cada dunam.
Un portavoz de la Municipalidad señaló que "la construcción en el territorio municipal legal de Jerusalén no es un asentamiento, al igual que la construcción en Tel Aviv no es un asentamiento".
Sin embargo, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la comunidad internacional consideran Jerusalén Oriental territorio palestino ocupado por lo que cualquier construcción israelí en ese terreno es una colonia ilegal.
Los asentamientos son uno de los principales obstáculos para la paz entre israelíes y palestinos, y la creación de un Estado palestino.