Ashton ha advertido en un comunicado de que a la cifra del año pasado, "la mayor de la historia reciente" de Irán y que convierte al país en el de más ejecuciones por habitante, hay que añadir que las autoridades amenazan con la pena de muerte a "miles de personas" más. Como ejemplos, ha citado a Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada por adulterio, y el pastor Youcef Nadarkhani, sentenciado por apostasía.
La jefa de la diplomacia de los Veintisiete ha criticado los juicios "enormemente injustos" que sirvieron como base para las ejecuciones y en los que, por ejemplo, los imputados no tuvieron derecho a presentar recurso. Además, las penas capitales se aplicaron por algunos delitos que, "conforme a los estándares internacionales", no deberían ser castigados con la muerte.
La UE "mantiene una posición fuerte y por principios contra la pena de muerte". Por este motivo, Ashton ha pedido a todos los países que aún la contemplan a congelar cualquier ejecución y establecer una moratoria.