La única opción que le quedó a esta joven de Lahore para denunciar la paliza que le había dado su marido fueron las redes sociales. Después de que la policía no hiciera nada, ella subió un vídeo con la cara llena de magulladuras y rapada, asegurando que se lo había hecho su marido, Main Faisal, ayudado por un empleado de hogar.
Ella se negó a bailar delante de los amigos de su marido y este le propinó una terrible paliza. La desnudó, le rapó la cabeza y quemo su pelo mientras un empleado de hogar la sujetaba. Por último la ató una tubería. Él, que fue detenido junto al empleado tras la denuncia en redes, negó las acusaciones.
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El vídeo se hizo viral y la ministra pakistaní de Derechos Humanos Shireen Mehrunnisa Mazari, se apresuró a informar en redes que el esposo y el empleado habían sido detenidos. La policía explicó que fueron a la casa pero que los empleados les negaron la entrada.
Desde Amnistía Internacional se ha reclamado en Twitter que el caso de Aziz sirva de una vez por todas para hacer algo contra una violencia machista que se ha convertido en “sistémica” en Pakistán.