En un discurso a la nación de hora y cuarto de duración, que fue retransmitido en directo por Al Yazira, Al Assad anunció que la autoridad nacional para el diálogo, formada por "un centenar de personas de diversas procedencias", ha recibido la misión de elaborar un plan de reformas.Esta autoridad, de la que él mismo formará parte, empezará a "trabajar pronto, cuando se llegue a un acuerdo sobre sus mecanismos", agregó. "Todo el mundo podrá participar y proponer leyes que serán analizadas", aseguró el presidente.
En todo caso, aunque no es posible poner un plazo sobre el proceso de diálogo, el presidente estimó que sí se puede adelantar que las elecciones se celebrarán en agosto. "Para agosto habrá concluido buena parte" del proceso, declaró el presidente. Para el mes de septiembre, indicó, habrá concluido el actual paquete de reformas.
"Va a haber una reforma de la Constitución", continuó el mandatario. La comisión encargada de reformar la Carta Magna, añadió, deberá haber elaborado sus primeras conclusiones dentro de un mes. "Algunos de los artículos deben ser revisados o se debe elaborar una nueva Constitución", prosiguió. "Estas propuestas serán elevadas durante las reuniones por el diálogo nacional", agregó. "El pueblo sirio estará mejor representado con el nuevo proyecto", declaró.
"Debe revisarse el papel de las autoridades políticas a fin de dar un mayor margen de participación a los distintos partidos políticos", afirmó Al Assad. "No he encontrado a nadie que se oponga a las reformas", agregó.
Asimismo, el presidente anunció la creación de una comisión contra la corrupción y pidió "a los ciudadanos que vigilen la corrupción a todos los niveles". "Los medios de comunicación serán los ojos y la voz de los ciudadanos", declaró. En este sentido, anunció la puesta en marcha de talleres para "educar a los medios", a fin de que operen como "canales transparentes" entre el pueblo y las autoridades.
Al Assad aseguró también que va a pedir al Ministerio de Justicia que examine la posible ampliación de la amnistía, también concedida en fechas recientes, "sin comprometer la seguridad". "Hay un deseo de hacerla más amplia", aseguró, no sin recordar que la actual es la más extensa desde 1988.
VÁNDALOS, RADICALES Y BLASFEMOS
Bashar al Assad advirtió de que el reciente levantamiento del estado de emergencia "no supone que la gente tenga libertad para violar la ley" y afirmó que "es necesario diferenciar las legítimas necesidades del pueblo de los saboteadores que intentan aprovecharse de las legítimas demandas en favor de las reformas".
"Lo que está sucediendo en Siria no está relacionado con las reformas, es sabotaje", aseguró. "Los vándalos son un grupo muy reducido", se trata de "intelectuales radicales y blasfemos que están causando estragos en nombre de la libertad" y que "representan a una pequeña porción del pueblo libio", manifestó.
Algunos "han recibido dinero por filmar manifestaciones y comunicarse con los medios", y otros "han recibido dinero por participar en manifestaciones", denunció. Esta gente, declaró, "ha manchado la imagen del país en el exterior". "No puede haber ninguna solución política con gente que lleva armas", advirtió.
Entre los manifestantes antigubernamentales, prosiguió, hay numerosas personas perseguidas por la ley por crímenes contra las instituciones del Estado. "Hay 64.000 personas fuera de la ley, gente que no está encarcelada pero está buscada por delitos, ello equivale a un 'ejército completo'", aseveró.
"Han recurrido a la lucha armada, han perpetrado matanzas odiosas que hemos visto por televisión", sentenció. "El grupo de hombres armados que cometió la matanza de Jisr al Shughour tenía armas y comunicaciones sofisticadas", denunció. Como consecuencia de ello, indicó, desde que comenzaron los disturbios "han caído numerosos mártires en los dos bandos".
"El pueblo sirio está presentando demandas legítimas", declaró el presidente. "Les escucharemos y les ayudaremos", pero no se atenderá "a ninguna petición exterior", advirtió. "Queremos escuchar a los ciudadanos directamente, sin filtros", manifestó.
En este sentido, el presidente aseguró que se ha reunido con personas de todos los puntos del país, algunas de las cuales habían participado en las manifestaciones, y con las que sintió "el amor del pueblo sirio".
CONSPIRACIÓN
"No ha habido ningún momento en la historia en el que Siria no haya sido el objetivo de las conspiraciones", aseveró Al Assad en su discurso a la nación. "Las conspiraciones son como gérmenes, se reproducen en todas partes y en cualquier momento", prosiguió.
Según Al Assad, Siria sufre en la actualidad "una conspiración diseñada en el extranjero y perpetrada en nuestro país". "Esto es una conspiración. ¿Quién está moviendo los hilos?", se preguntó.
"Nos están presionando para que renunciemos a nuestros principios", denunció. "Nosotros resolveremos los problemas de Siria por nosotros mismos", advirtió. "La conspiración solo contribuirá a que Siria sea más fuerte", afirmó.
Al Assad aseguró también que los soldados del Ejército son "ciudadanos y hermanos de todos y cada uno de los sirios". "El Estado es como una madre o un padre y cuando concede la clemencia a los que han errado lo hace de forma responsable", declaró. "Los terroristas y los asesinos no pueden disfrutar de esa clemencia", advirtió. Asimismo, pidió a los sirios que abandonaron sus aldeas y ciudades, incluidos los más de 10.000 que huyeron a Turquía, "que regresen"..