No quería ir a la guardería y su rabieta casi acaba en tragedia. Una niña china de cinco años ha salvado la vida de milagro después de ser atropellada en la localidad de Wenzhou. La pequeña se sentó en la calzada después de negarse a ir con su madre al centro escolar. La mujer pensó que la menor se levantaría pero un coche la arrolló antes. Los viandantes evitaron un fatal desenlace y consiguieron sacar a la niña de debajo del coche sin apenas daños.