El Gobierno de Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) habían pactado un alto el fuego de tres días que ni siquiera llegó a durar tres horas.
Según las autoridades israelíes, la tregua saltó por los aires cuando milicianos palestinos atravesaron la frontera de la Franja y atacaron a un grupo de soldados, en un suceso que concluyó con dos militares muertos y otro supuestamente secuestrado de vuelta hacia Gaza.
Los bombardeos de las IDF se han sucedido a lo largo de todo el día, aunque el incidente con más víctimas se produjo por la mañana, en Rafá. Al menos 62 personas perdieron la vida, ocho de ellas niños, y unas 350 resultaron heridas, ha informado el diario 'Haaretz'.
En total, más de un centenar de palestinos han fallecido este viernes por los ataques de Israel y fuentes citadas por la agencia palestina Maan ya elevan por encima de 1.600 el número de fallecidos desde el inicio de la operación militar.