Desde la terminal del aeropuerto de San Francisco varios testigos captan las primeras imágenes tras el accidente. Una larga columna de humo indica que un avión se ha incendiado en la pista. A lo lejos se aprecian las luces de los coches de bomberos, que llegan inmediatamente. Lo que se encuentran es un Boeing 777 en llamas. Dentro, 307 personas que ya han empezado a escapar por las rampas hinchables. Unos 190 pasajeros consiguieron salir por su propio pie, contaba la jefa de los bomberos. Sólo medio centenar han tenido que ser trasladados al hospital, diez de ellos en estado grave. Allí los supervivientes aún en estado de shock, relatan lo ocurrido. Sólo dos jóvenes chinas murieron en el acto. Viajaban en la cola del avión. Según las primeras investigaciones el aparato, al aterrizar, golpeó la pista con la parte trasera. El piloto perdió el control y el avión se arrastró envuelto en una densa columna de humo blanco. Descartado por el FBI el atentado ahora se busca la causa del siniestro. Todo apunta a un error humano.