La azafata de la línea aérea israelí El Al, Rotem Amitai de 43 años, falleció a causa del sarampión cuando lo contrajo durante el vuelo que realizaba desde el aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York a Tel Aviv el pasado marzo.
Fue encontrada inconsciente y con dificultades respiratorias por lo que la trasladaron al Hospital Meir de Kfar Saba (Distrito Central de Israel). Sus condiciones empeoraron: se encontraba en estado de coma y sufría daños cerebrales. Los médicos la transfirieron a la zona de cuidados intensivos de cuarentena del hospital, este martes 13 de agosto la paciente falleció.
Tras descubrirse por medio del análisis de sangre de la paciente que había sido vacunada contra el sarampión con una sola dosis, en vez de dos como se recomienda para su grupo de edad, la compañía aérea ordenó la vacunación de todas sus tripulaciones a fin de evitar un caso similar futuro.
Desde julio de 2018 a julio de 2019 Israel ha registrado 292 casos de sarampión que en algunos pacientes les ha conducido a la muerte. El pasado noviembre falleció un bebé de 18 meses en Jerusalén (primer caso fatal en Israel desde hace 15 años) y un mes después el mismo destino le esperó a una mujer de 82 años.
Se han detectado mayores focos de sarampión en los núcleos ultraortodoxos de la comunidad judía en los que los porcentajes de vacunación son menores que en el resto de la población.