Obama, ‘tocado’ por los espionajes civiles

Pilar Gómez de la Granja 20/06/2013 15:59

Desde el mes de Mayo se ha conocido que la Administración Obama ha estado espiando a los grupos de apoyo al partido republicano a través del Ministerio de Hacienda estadounidense – el IRS por sus siglas en inglés- y que desembocaron en la dimisión de su número uno. A este escándalo, se unen el espionaje a los periodistas de la agencia de comunicación y noticias AP, por destapar supuestos intentos de atentados terroristas. Sus teléfonos fueron pinchados sin conocimiento de los periodistas y de la propia compañía. En las últimas semanas, además ha estallado el escándalo de espionaje a todos los ciudadanos estadounidenses y sus comunicaciones vía Internet, redes sociales y telecomunicaciones destapado por el ex trabajador de la CIA, Snowden. Todas las investigaciones están bajo el paraguas del FBI, quien intenta por todos los medios conocer las condiciones en las que se han llevado a cabo los espionajes.

El propio Obama ha reconocido públicamente que no conocía la persecución de hacienda por motivos políticos a los grupos de apoyo a los republicanos, y en menos de 72 horas desde que estalló el escándalo cesó al máximo responsable de la Agencia Tributaria americana y abrió una comisión de investigación en el Congreso. Sobre el espionaje a los periodistas de AP, hay una investigación en marcha del FBI, al igual que con el denominado “escándalo Snowden”.

Obama ha aclarado, desde que el diario británico The Gardian publicase la orden a la compañía telefónica Verizon -100 millones de clientes en Estados Unidos- que, efectivamente esa orden se dio enmarcada en la lucha antiterrorista. El presidente y la Casa Blanca insten en que, esos pinchazos telefónicos y el control de todos los correos electrónicos así como la supervisión de los comentarios en las redes sociales, han servido para evitar, al menos, 50 supuestos ataques terroristas.

Algunos demócratas y republicanos en el Congreso apuntan a que, sin embargo, los atentados de Boston no pudieron ser evitados, pese a que no solo el Departamento de justicia y la CIA – a través de los servicios secretos- tenían información de los rusos, también las agencias encargadas de supervisar las conversaciones telefónicas de forma secreta.

Según la última encuesta del Instituto Pew de junio, el 51% de los estadounidenses desaprueban el trabajo del Presidente Obama respecto de la privacidad y las libertades civiles individuales. Se trata de la mayor preocupación de los estadounidenses por detrás de la importante Ley de Inmigración y de la situación económica.

La encuesta del HuffPost asegura que la mayoría de los estadounidenses le da más crédito al Presidente Obama en materia de lucha antiterrorista que en cuidar los derechos civiles constitucionales. Una tercera parte de los encuestados considera que el Presidente ha ido muy lejos en la utilización de datos personales, sin previo conocimiento, para luchar contra el terrorismo. Respecto de la confianza de los estadounidenses en la situación económica, la gran mayoría se muestra optimista según la encuesta de Gallup.

En todo caso, los presidentes precedentes, es decir George Bush y Bill Clinton bajaron sustancialmente en las encuestas el primer año de legislatura en su segunda reelección.