Las declaraciones de Barroso en una entrevista -en la que afirmaba que "algunos se llaman de izquierda pero, en realidad, culturalmente son extremadamente reaccionarios"- han provocado una fuerte polémica en Francia, hasta el punto de que el propio Hollande le pidió explicaciones.
"Los dos presidentes han hablado en los márgenes del G-8 para aclarar lo que sin duda es un malentendido lamentable", ha dicho el portavoz del Ejecutivo comunitario, Olivier Bailly.
Barroso ha explicado a Hollande que "su comentario aparecido en la prensa no se dirigía a las autoridades francesas y mucho menos a Francia en tanto que Estado miembro".
"Lamentamos las reacciones múltiples y fuertes que hemos visto ayer tras este malentendido. El incidente está cerrado en lo que concierne a la Comisión y creo que también al más alto nivel del Estado francés", ha sostenido el portavoz.