"Hemos acabado con ellos con un bombardeo cinético", ha asegurado el jefe de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán, en declaraciones a la prensa en el Pentágono.
El derribo del helicóptero, que acabó con la vida de sus 38 ocupantes, ha sido el accidente más grave sufrido por fuerzas estadounidenses desde el inicio de su despliegue en Afganistán hace diez años.
La ISAF ha confirmado en un comunicado la muerte de los talibán que derribaron la aeronave, incluido un líder local. "El ataque ha matado al líder talibán, el mulá Mohibulá, y a los insurgentes que realizaron los disparos vinculados con el derribo del helicóptero CH-47 el 6 de agosto, que provocó la muerte de 38 militares afganos y de la coalición", ha asegurado la misión que dirige el general Allen.