Estos países reintrodujeron los controles sistemáticos en sus fronteras como consecuencia de la presión migratoria por la llegada de miles de refugiados a la UE a través de Grecia, al argumentar que la entrada masiva y sin control de migrantes planteaba un riesgo para la seguridad interior y el orden público.
Bruselas recoge la petición de estos cinco países para prorrogar la suspensión de Schengen en sus fronteras porque cree que sigue habiendo "graves deficiencias" en el control de las autoridades griegas sobre el flujo migratorio que entra en el país.
Se han hecho importantes avances, pero no todas las graves deficiencias identificadas han sido abordadas de manera adecuada", ha explicado el Ejecutivo comunitario.