El conductor del vehículo, Ao Yong, atropelló primero a Xiong Maoke, que acababa de salir de casa para ir a la escuela. Entonces, el testigo Zhang Shifen vio que el vehículo "se movía hacia atrás un poco y luego volvía a avanzar. El niño se enganchó en la rueda y el camión siguió adelante otros diez metros".
Según The Daily Mail, lo hizo para no pagar las facturas médicas que habría tenido que costear en caso de que el pequeño ingresara en un hospital. El pago de una indemnización en caso de muerte resulta más barato en este país, en el que el régimen comunista no ofrece atención médica gratuita a sus ciudadanos.
La Policía afirma que el camionero discutió durante siete horas con los familiares del niño para pactar una indemnización. Mientras, el cadáver de Xiong permaneció bloqueado bajo la rueda del camión.
Además, Ao Yong niega haber matado al niño intencionadamente, mientras que la Policía admite que el camionero fue el primero en llamar a las autoridades tras el incidente.
La tragedia se produce apenas una semana después del atropello de una niña de dos años en la calle de un mercado muy concurrido. La niña fue ignorada por los transeúntes y murió en el hospital unos días más tarde.