Los 'milmillonarios' se duplican durante la crisis y la desigualdad alcanza máximos

Informativos Telecinco / Agencias 29/10/2014 19:18

La ONG Oxfam ha advertido de que la crisis financiera internacional ha acrecentado las diferencias entre ricos y pobres, en un escenario marcado por una desigualdad extrema y en el que el número de 'milmillonarios' ha pasado de casi 800 en 2008 a más de 1.600 en la actualidad.

La organización analiza en su informe la situación de más de 50 países. Para la ONG, la crisis amenaza con llevar la lucha contra la pobreza a niveles de hace décadas y con generar niveles de desigualdad inéditos.

El peso de los mercados financieros y la elaboración de leyes por parte de las élites han provocado estas disparidades, según Oxfam, que cita como ejemplo de desigualdad el aumento de un 14 por ciento en la suma de las fortunas de las 85 personas más ricas del mundo.

Las fortunas de estas personas aumentaron cada día unos 668 millones de dólares, lo que supone casi medio millón de dólares por minuto, y el dinero que posee equivale al de la mitad más pobre del mundo. En África, 16 'milmillonarios' conviven con 358 millones de personas en extrema pobreza.

La ONG ha iniciado una nueva campaña que, bajo el nombre de 'Iguales', pretende concienciar a los líderes internacionales para que den un trato justo a la población más pobre, con hechos y no sólo con palabras. Proponen un impuesto del 1,5% sobre la riqueza de los multimillonarios que permitiría recaudar fondos para garantizar la educación de la infancia a nivel mundial y la provisión de los servicios sanitarios básicos.

Asimismo, Oxfam considera necesario adoptar medidas para frenar la evasión fiscal por parte de grandes empresas y personas adineradas, de tal forma que contribuyan de una forma justa a sus respectivas sociedades.

Más dinero del que pueden gastar

La directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima ha lamentado que "una pequeña élite posee más dinero del que jamás podrá gastar en su vida". En su opinión, "vivimos en un mundo de abundancia en el que todas las personas podrían mejorar su suerte" y en el que sin embargo "la desigualdad extrema provoca inestabilidad, conflictos e incluso problemas mentales que afectan a todas las personas".

"La lucha contra la desigualdad no tiene nada que ver con aspirar a tener coches más rápidos o grandes yates, sino con el simple hecho de que las personas más ricas disfrutan de vidas más longevas y de una mejor salud que las personas pobres, literalmente", ha aseverado.