El CICR destaca que 2012 fue el año "más difícil" en materia de seguridad desde el periodo 2003-2005

EUROPA PRESS 27/06/2013 14:17

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha subrayado este jueves que 2012 fue el año "más difícil" en lo que respecta a seguridad desde el periodo comprendido entre 2003 y 2005 y ha destacado que las crisis humanitarias "tienden a prolongarse en el tiempo" ante la falta de soluciones políticas.

"Las crisis humanitarias, como la que tiene lugar en Siria, suelen dar lugar a la búsqueda de soluciones políticas pero, en general, esas soluciones rara vez se concretan", ha declarado el presidente del CICR, Peter Maurer. Además, ha añadido, "los conflictos tienden a prolongarse en el tiempo, sometiendo a las poblaciones a nuevas penurias año tras año".

"Cada vez es más difícil conseguir donativos para las actividades humanitarias que realizamos en respuesta a las tragedias olvidadas del mundo, como las que afectan a la República Democrática del Congo (RDC), la República Centroafricana (RCA) y Somalia", ha lamentado el director en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra en la que ha presentado el informe sobre la actividad del Comité.

Según un comunicado divulgado este jueves por el CICR, la "creciente" inseguridad planteó ha planteado "importantes retos" para el Comité y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. "2012 fue el año más difícil para el CICR en lo que respecta a la seguridad, desde 2003 y 2005", ha declarado Peter Maurer.

"Un delegado del CICR fue secuestrado y asesinado en Pakistán, otro colaborador murió en Yemen" y, además, la institución se enfrentó a "graves incidentes" de seguridad en Afganistán, RDC, Libia y Somalia entre otros, según Maurer.

LAS CIFRAS

De acuerdo con la institución, en 2012, el CICR prestó ayuda alimentaria a al menos 6,3 millones de desplazados internos, personas que regresaban a su lugar de origen, residentes y detenidos, y casi 2,8 millones recibieron artículos domésticos esenciales y productos de higiene. También llevó a cabo programas de asistencia en 80 países y actividades que contribuyeron a la seguridad económica en 63 estados.

Asimismo, el Comité proporcionó servicios médicos y de salud a más de 7,1 millones de personas y sacó adelante programas sanitarios en 23 países. La institución visitó a más de 540.000 detenidos repartidos en 1.774 prisiones diferentes.

Aparte, ayudó a restablecer el contacto entre "personas separadas por la violencia armada o los desastres" y dio con el paradero de más de 6.500 personas, de las cuales había recibido "solicitudes de búsqueda".

En relación con los gastos producidos, la operación "más grande" llevada por el CICR en 2012 se produjo en Afganistán, seguida de las de Irak y RDC.

POR PAÍSES

Según el comunicado, en 2012, el CICR tuvo acceso a lugares "previamente inaccesibles" como Siria, donde prestó asistencia a las víctimas de los enfrentamientos entre las fuerzas del régimen de Bashar al Assad y la oposición. La intensificación del conflicto armado ha causado "sufrimientos sin precedentes" y ha generado necesidades a las que, "en muchos casos", las organizaciones no han podido responder debido a las hostilidades.

La "imprevista crisis" de Malí ha afectado a los servicios básicos y ha obligado a numerosas personas a huir de sus hogares. En concreto, las personas que viven en el norte del país, siguen sufriendo a causa de la escasez generalizada de alimentos, en medio de los "continuos enfrentamientos", ha indicado el CICR.

Por otro lado, en Birmania, la violencia sectaria que estalló en 2012 ha provocado el desplazamiento forzoso de miles de personas. En Sudán del Sur, la violencia que impera en el norte ha limitado el acceso, que según el Comité ya era limitado, a la atención sanitaria.

"Para el CICR, es un imperativo humanitario brindar protección y asistencia a las personas más vulnerables del mundo, sea en Yemen, Somalia, Afganistán o en los otros complejos, diversos y peligrosos contextos en los que trabajamos", ha manifestado Maurer.

"El enfoque neutral, imparcial e independiente que aplicamos a la labor humanitaria es fundamental para garantizar que nuestras actividades sean ampliamente aceptadas, lo cual a su vez nos permite acceder y ayudar a las personas más necesitadas", ha agregado.

El CICR mantuvo en 2012 las "operaciones principales" en numerosos conflictos armados que reciben relativamente poca atención de los medios de comunicación, como los que tienen lugar en Yemen y Sudán del Sur y continuó esforzándose por hacer frente a ciertas cuestiones, incluidas las agresiones sexuales.