Cientos de nigerianos se manifiestan contra la eliminación de un subsidio

Reuters/EP 09/01/2012 11:58

Las calles de Lagos, que suelen estar atascadas en hora punta, estaban vacías, y los comercios, los bancos y las gasolineras estaban cerrados.

Algunos economistas han dicho que el subsidio llenaba los bolsillos de los ricos y de la clase media a costa de los pobres, fomentaba la corrupción y destinaba miles de millones de fondos públicos a un grupo de ricos importadores de combustible.

Bismarck Rewane, director ejecutivo de la consultora Financial Derivatives, con sede en Lagos, ha indicado que el Estado dedicaba el 25 por ciento de sus gastos presupuestarios a mantener ese subsidio, más que a educación, sanidad y agricultura juntas.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, y su equipo económico estaban decididos a eliminarlo, pero los sindicatos, los trabajadores y la clase media se han tomado mal la noticia de que ahora un litro de gasolina cuesta cerca de 150 nairas (0,72 euros) cuando antes costaba unas 65 (0,31 euros).

Cientos de personas se han concentrado junto a la sede en Lagos del Congreso del Trabajo de Nigeria, una agrupación de sindicatos. Allí han ondeado banderas de organizaciones sindicales y han iniciado una manifestación al grito de "Solidaridad, siempre", bajo la atenta mirada de los policías antidisturbios.

En sus pancartas se leían frases como "Dejad de matarnos con las mentiras del poder ejecutivo" o "El presidente Jonathan necesita una idea económica. ¿Alguien puede ayudarle?". "Este Gobierno no me ha beneficiado en nada. Vamos a luchar hasta la última gota de sangre", ha declarado Fatai Adepoju, un funcionario de 35 años.

La semana pasada, miles de nigerianos protestaron en distintas ciudades del país por la eliminación del subsidio, que permitirá al Gobierno ahorrar un billón de nairas (4.840 millones de euros) este año, según sus cálculos.

El pasado sábado, el presidente dijo a los ciudadanos que comprende su reacción y sus críticas al Gobierno y que la mala situación que atraviesan como consecuencia del fin del subsidio será "temporal", mientras que la Cámara Baja del Parlamento celebró una sesión de emergencia el domingo en la que instó a Jonathan a revocar su decisión y a los sindicatos, a no realizar la huelga.

Pese a esa petición y a una resolución judicial que establece que este paro es ilegal, los sindicatos han seguido adelante. La mayoría de los nigerianos viven con menos de 2 dólares (1,56 euros) al día, y muchas personas --tanto los pobres como los pudientes propietarios de coches-- consideran que el bajo precio del combustible era el único beneficio tangible que recibían de un país con grandes reservas de petróleo.

Quienes critican la desaparición del subsidio opinan que el Gobierno podría haber optado por ahorrar dinero de otra manera y atajado el problema de la corrupción en el sector petrolero.

Los economistas dicen que hasta que se impusieron los nuevos precios para el combustible, no había incentivos para invertir en las refinerías nigerianas, lo que hizo que el país africano tuviera que importar combustible refinado pese a producir dos millones de barriles de crudo al día.