Gritos, enfrentamientos y arrestos en las calles de Chicago, porque lo que importa al pueblo -dicen los manifestantes- no es la guerra de Afganistán sino las políticas económicas y sociales; esas políticas que hacen que la riqueza de un país esté solo en manos del 1 por ciento de la población.
"La guerra nos está arruinando", gritan estos jóvenes.
Todo el mundo está atento a esta ciudad cuna de la arquitectura moderna, convertida hoy en sede de la cumbre de la OTAN. Un encuentro de los aliados a ambas orillas del Atlántico para ver cómo garantizar la seguridad en tiempos de crisis.