La neutralización de la "amenaza iraní" (39%), la reducción de las desigualdades socio-económicas (31%), la corrupción (19%) y la mejora de la gobernanza (16%) son otros de los temas que preocupan a la población israelí, a tenor de los resultados del primer Índice Paz y Guerra que se efectúa con Netanyahu al frente del Ejecutivo.
El nuevo Gobierno de coalición, formado principalmente por partidos derechistas, juró el pasado día 31 y es, con treinta ministros, el mayor de la historia del país.
Un 53% de judíos y un 33% de árabes, en ambos casos con ciudadanía israelí, creen a Netanyahu cuando declara que su Ejecutivo trabajará para lograr la paz con los palestinos.
Además, una mayoría de ambos colectivos ve con buenos ojos el plan de "paz económica" del nuevo jefe de Gobierno -que consiste en promover la economía palestina y dejar de lado el diálogo político- como un elemento generador de "calma y estabilidad".
Sin embargo, un 56% de los judíos y un 78% de los árabes apoya la creación de un Estado palestino como fórmula de resolución del conflicto de Oriente Medio, algo que Netanyahu rechaza de momento.
"En resumen, el público israelí piensa que la 'paz económica' es una buena idea, pero insuficiente para lograr calma y estabilidad duradera", señalan los autores del sondeo, Efraim Yaar y Tamar Herman, de la Universidad de Tel Aviv.
La encuesta también refleja la opinión respecto a los testimonios, publicados por la prensa local, de soldados israelíes que relataban asesinatos de civiles palestinos y actos de vandalismo durante la ofensiva en Gaza de diciembre y enero pasados, que acabó con 1.400 palestinos muertos, en su mayoría civiles.
Un 64% de los israelíes judíos consultados quita importancia a esos testimonios y piensa que, incluso si la investigación interna del Ejército hubiera confirmado su veracidad, ni los soldados ni sus mandos deberían ser enjuiciados.
Por el contrario, un 61% de los árabes con ciudadanía israelí da credibilidad a los relatos y aboga por que los autores y responsables de los presuntos abusos pasen por los tribunales.
El pasado día 30, la Fiscalía Militar cerró la investigación al respecto al considerar que no había pruebas delictivas en los relatos denunciados y que los soldados que prestaron testimonio no eran testigos directos.
Las principales ONG israelíes y palestinas pidieron poco después en un comunicado una investigación imparcial de los hechos.
El sondeo, con un margen de error del 4,5%, fue efectuado en los dos últimos días de marzo entre 595 adultos en Israel y los asentamientos judíos.