La Cumbre Río+20 arranca con bajas expectativas de acuerdo

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 20/06/2012 08:59

Desde ese entonces, las preocupaciones sobre el cambio climático y la deforestación han dejado de ser lejanas para capturar finalmente la atención del mundo, lo que ha permitido la firma de un tratado global sobre biodiversidad y un proceso de toma de decisiones que dio lugar en su día a la suscripción del Protocolo de Kioto.

Sin embargo, el foco mundial está puesto en la actualidad en la crisis económica y no en la ambiental en la toma de decisiones que allanaron el camino para la suscripción del Protocolo de Kioto. Ahora, la preocupación de los líderes globales está puesta en otro lado. Por eso, aunque se prevé que más de 50.000 personas lleguen a Río de Janeiro para participar se esperan pocos resultados concretos.

El mejor de los escenarios, supondría una clarificación de las llamadas "metas para un desarrollo sostenible", un conjunto de objetivos económicos, ambientales y sociales cuyos defensores creen que podrían llevar al mundo hacia el camino del desarrollo.

Ante una posible desviación del foco, el negociador principal de Brasil, Luiz Alberto Figueredo, ha advertido de que el encuentro tiene el objetivo de realizar una reflexión en el largo plazo y no sobre crisis que podrían ser resueltas en uno o dos años.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, así como los máximos responsables de Alemania y Reino Unido, no acudirán a la cita. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, sí acudirá a la cita brasileña.

Pese al nivel de expectativas, algunas voces se han alzado para defender este encuentro. Por ejemplo, el expresidente estadounidense Bill Clinton, durante una conferencia telefónica sobre temas ambientales, calificó Río+20 como una importante "conferencia de trabajo".

"Todo el mundo ha hecho los discursos que podía hacer", dijo Clinton el lunes, señalando que las delegaciones de Estados Unidos y Europa serían productivas pese a la ausencia de los principales jefes de Estado. Su esposa, la secretaria de Estado Hillary Clinton, liderará la delegación estadounidense.