Según el nuevo texto presentado por el secretario de Estado, el fiscal general del Estado y el secretario de interior, Irak queda fuera de los países cuyos ciudadanos verán ralentizada su entrada en Estados Unidos.
Desde hoy mismo, que ha entrado en vigor el decreto, los ciudadanos de Somalia, Irán, Yemen, Libia, Siria y Sudán que quieran venir a Estados Unidos de visita o como refugiados verán su proceso paralizado durante 90 días. Se estudiará caso por caso de forma individualizada.
El fiscal general Jeff Sessions ha asegurado que el FBI está investigando a 300 personas que entraron en Estados Unidos como refugiados, por sus lazos con el terrorismo islamista.
Según Tillerson, el secretario de Estado, este nuevo decreto confirma la decisión de Donald Trump y su administración de "hacer todo lo posible" para mantener la seguridad dentro del suelo americano.