Habían pasado pocas horas desde que el futbolista Emiliano Sala hubiese fichado por el Cardiff tras abandonar el Club de Nantes cuando, de pronto, no se supo más de él como tampoco del piloto que conducía la nave y que afirmaba encontrarse "oxidado".
A pesar del rechazo inicial del entorno más cercano del deportista, se filtraron una serie de mensajes que Sala envió al subirse al avión. En ellos expresaba "miedo" por la manera en que se movía el avión mientras atravesaban el Canal de la Mancha. De manera angustiosa el futbolista se comunicaba angustiado con determinados miembros de su familia. El pequeño Piper PA-46 Malibu desaparecía así en mitad de camino hacia el aeropuerto de Cardiff.
Un segundo piloto se negó a subir al avión
Se ha conocido un dato más en toda la investigación. Al parecer tres personas efectuaron el control de embarque del aeropuerto para montar en el vehículo: Emiliano Sala junto a dos pilotos, Dave Henderson y Dave Ibbotson. Sin embargo, Henderson no quiso abordar el viaje dejando el manos de Dave Ibbotson todo el control aeronaútico. Este otro tampoco parecía encontrarse "en plenas condiciones" al insinuar momentos antes de emprender el vuelo estar "algo oxidado" con el sistema de aterrizaje instrumental. También compartía una publicación en sus redes sociales en la que admitía haber tenido "inconvenientes en el vuelo del sábado, rumbo a Nantes. El comandante informó a sus seguidores que se encontraba en el aeropuerto de la ciudad francesa el sábado a las 14:47 yalertó sobre un inconveniente con el "ILS" (Instrument Landing System: Sistema de precisión para efectuar aproximaciones y aterrizajes forzosos).
Ibbotson, el piloto al frente del trayecto, informó a las autoridades en la última comunicación con la Air Traffic Control en Jersey cerca de las 20.30 (GMT) del lunes. A más de 2.300 pies de altura, ya había efectuado el permiso para realizar un aterrizaje. Pero, el avión nunca llegó.
La familia del deportista recién fichado por el equipo galés, por su parte, solo desea encontrarlo lo antes posible y "hasta las últimas consecuecias". Los rescatistas no tienen tan buena perspectiva y anuncian que las gélidas aguas del canal hacen que no haya esperanza de encontrarlo con vida.
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