La compañía ha declarado que actuó inmediatamente para evitar que el vertido acabara en el mar, pero ha reconocido que los niveles actuales de radiación en la zona son hasta 70 veces más altos que los elevados valores que registraba antes de este incidente.
Los inspectores detectaron la amenaza sobre las 10.00 hora local (2.00 de la madrugada, hora peninsular española) y desde entonces no han detectado irregularidades adicionales. Sin embargo, y por precaución, se mantiene el estado de máxima alerta.