La captura ha sido efectuada durante una operación conjunta de las Policías de Cabo Verde y Estados Unidos, según han informado la radio pública caboverdiana, RTC, y la radio nacional de Guinea-Bissau. Según la agencia misionera de noticias MISNA, tanto los medios estatales como el entorno de los servicios de seguridad guineanos han calificado la detención como un "secuestro".
En 2010, las autoridades norteamericanas sancionaron al almirante Bubo Na Tchuto, a quien prohibieron la entrada en el país y congelaron sus bienes en Estados Unidos.
Aparte, Bubo Na Tchuto fue excarcelado en junio de 2012 después de cumplir varios meses en prisión por su implicación directa en el fallido intento de golpe de Estado del 26 de diciembre de 2011 contra el entonces primer ministro, Carlos Gomes Junior. Aquellos hechos siguen suscitando numerosas dudas en la actualidad, y algunos observadores consideran que, más que un verdadero golpe de Estado, aquella sublevación había sido el resultado de una mera disputa interna en el seno de las Fuerzas Armadas.
NARCOTRÁFICO E INESTABILIDAD
Guinea-Bissau se ha convertido en una importante escala para los contrabandistas de cocaína que operan entre América Latina y Europa, y Estados Unidos cree que numerosos altos cargos del Ejército están implicados directamente en el comercio de drogas.
En 2012, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas alertó de que la inestabilidad política en Guinea-Bissau estaba contribuyendo al desarrollo del narcotráfico en el país.
El 12 de abril de 2012, los militares consiguieron llevar a cabo un nuevo golpe de Estado, en este caso con éxito, bajo el liderazgo del jefe del Estado Mayor, el general Antonio Indjai, y a pocas semanas de la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (que nunca se ha llegado a celebrar).
Aquel golpe de Estado obligó a huir del país al presidente interino Raimundo Pereira y a Carlos Gomes Junior, quien se presentaba como seguro vencedor en la segunda vuelta de los comicios, a costa del opositor Koumba Yala, y por tanto como el nuevo presidente de Guinea-Bissau.
En la actualidad, el país intenta superar un complicado proceso de transición que debería concluir con unas elecciones a finales de este año, aunque, según MISNA, hay grandes posibilidades de que se aplacen por problemas técnicos y logísticos. El actual gobierno interino no ha conseguido todavía el pleno reconocimiento internacional.