La Marina de Corea del Sur ha arrestado este miércoles a una persona acusada de participar en el tiroteo del lunes en la base militar de la isla de Ganghwa, en el que cuatro personas murieron y tres resultaron heridas, según han informado fuentes oficiales a la agencia de noticias Yonhap.
Al detenido, cuyo nombre no ha sido revelado, se le acusa de no parar al autor del tiroteo, un cabo identificado como Kim, cuando estaba sacando munición de un armario para cargar su rifle K-2 y usarlo contra sus compañeros.
"La Policía militar está intentando determinar si el detenido había planeado el tiroteo con Kim antes del suceso o si al menos estaba al tanto del mismo", ha dicho el informante, quien supone que el propio Kim llevó a la detención de esta persona.
Alrededor de las 11.50 de la mañana del lunes (4.50 de la madrugada en España), Kim irrumpió en los barracones ubicados en el sur de la base militar, comenzó a disparar contra sus compañeros y lanzó una granada de mano, con la que se hirió.
Durante su declaración del martes, el joven de 19 años alegó que sus superiores y compañeros le habían condenado al ostracismo. Un informe anterior advertía de que sufría trastornos de la personalidad, esquizofrenia y ansiedad.
Las víctimas de este suceso --un sargento y tres cabos-- serán enterradas este miércoles. El teniente general Yoo Nak Jun ya se ha disculpado con las familias por el fallo de seguridad. "Vamos a tratar de proteger mejor a nuestros soldados para que nunca más vuelvan a dañarse entre ellos", ha prometido.
Los cuatro fallecidos han sido condecorados de forma póstuma. "El sacrificio y el fuerte espíritu militar de los compañeros caídos estará con nosotros para siempre", ha aseverado el teniente general.