Finalmente el FBI ha localizado a Paul 'Doug' Peters, que según los cálculos de las autoridades australianas abandonó el país oceánico cinco días después del suceso, en la vivienda de su ex mujer, ubicada a cuarenta kilómetros de Louisville.
Peters irrumpió con un pasamontañas en la residencia de Sydney de Bill Pulver, un millonario dedicado al software de reconocimiento de voz. En el interior de la casa solo estaba su hija, Madeleine, de 18 años de edad, a la que Peters colocó un collar de explosivos.
El detenido advirtió a la chica de que había colocado un micrófono con el que podría escuchar todas sus conversaciones y un dispositivo con el que podría detonar el collar por control remoto en el caso de que avisara a la Policía.
A pesar de estas advertencias, Madeleine avisó a los agentes, que después de diez horas determinaron que el artefacto era totalmente inofensivo.
Aunque la amenaza era falsa, Australia ya ha adelantado que solicitará a Estados Unidos la extradición de Peters para procesarlo. Está previsto que este martes comparezca en una corte de Louisville.