Has Sekerler, una compañía minera que opera en la ciudad de Karaman, negó tener responsabilidades dos días después del accidente en un comunicado. Según explicaba Has Sekerler, se habían tomado todas las medidas de seguridad.
Las pruebas iniciales han revelado que la mina se había aproximado a seis metros de unas galerías de aguas subterráneas, lo que provocó que ésta se inundara y atrapara a 18 mineros. El ministro de Energía turco, Taner Yildiz, aseguró el sábado que ya se habían confirmado quiénes eran los principales sospechosos.
"El fiscal jefe ha informado de que uno de los sospechosos detenidos es el propietario de la mina (Saffet Uyar)", ha explicado Yildiz a la prensa. El ministro ha anunciado que hay otros siete detenidos entre socios de la compañía y personal técnico.
Los últimos incidentes en las minas del país han provocado una oleada de indignación por la escasa seguridad en las mismas. Un total de 301 mineros murieron en mayo tras un incendio en las galerías de un pozo en Soma (oeste), en la que fue la mayor tragedia de estas características en la historia del país.