La operación, que se ha realizado conjuntamente por varios organismos de las autoridades italianas, es considerada como una de las más importantes que se han llevado a cabo contra el clan de los Contini, uno de los más poderosos, activos y ramificados de la región, según ha informado ADN Kronos.
Como resultado de la operación, se han cerrado 23 restaurantes y pizzerías de Roma, que según las fuerzas policiales habrían sido abiertos con dinero negro del clan y que se habrían convertido en un 'holding' de restauración con una conocida marca que cuenta con numerosos locales en las zonas más céntricas de la capital.
Además, las autoridades han clausurado ocho locales que se dedicaban al sector de la moda y al de gestión de aparcamientos, lujosos edificios del centro de Nápoles, un centenar de coches y motos y decenas de cuentas bancarias, con un valor superior a los diez millones de euros. También se han incautado de casi 100.000 euros en efectivo y cheques con valor de centenares de miles de euros.