Las detenciones, de las que inicialmente han informado los medios de comunicación saudíes citando fuentes oficiales, han sido confirmadas por la Fiscalía en un comunicado difundido horas después.
Los príncipes se habían reunido a las puertas del histórico palacio real de Qasr a Hokm, según la web Sabq.org, para pedir al estado que pagara sus facturas de agua y electricidad y para exigir una compensación por una sentencia de muerte contra uno de sus parientes.
Estas medidas van más allá de la suspensión de pagos de facturas a la realeza. También incluyen la introducción del Impuesto sobre el Valor Añadido de algunos bienes así como el recorte de subsidios, todo por una caída en los precios del crudo que han causado un déficit público estimado en 195.000 millones de riales (43 millones de euros).
"Se les informó de que no tenían que estar ahí pero se negaron a abandonar el recinto. Un decreto permitió la intervención del Real Regimiento de Fusileros, custodios del lugar, que procedieron con las detenciones. Ahora están en la prisión de Al Hayer, a la espera de juicio", según la web.
El Ministerio Público ha precisado que han sido acusados formalmente de alterar el orden público y que han sido trasladados a la prisión de Al Hayer.
Las fuentes del portal de noticias han querido recordar que "las normas son claras y confirman que todos son iguales ante la ley y quienes no las acepten serán hechos responsables, sean quienes sean".