Unos 300 manifestantes han concluido la marcha con choques con el amplio despliegue policial en Sidney. Las autoridades australianas han arrestado a ocho personas durante los disturbios acontecidos en el barrio de negocios de Sidney.
Los altercados se han originado después de que un grupo de los manifestantes tratara de asaltar el Consulado de Estados Unidos. No obstante, la manifestación no había sido autorizada por el gobierno local.
Muchos de los asistentes han portado pancartas con mensajes como 'Decapitar a todo aquel que insulte al profeta' y 'Nuestra muerte es el paraíso, la vuestra es el infierno', que ya se han visto en otras protestas registradas en países árabes.
Además de los detenidos, dos policías se encuentran hospitalizados por las heridas causadas durante los disturbios y dos vehículos quedaron destrozados, según ha informado la cadena Sky News.
El flamante primer ministro de Nueva Gales del Sur, Barry O'Farrell, ha condenado este sábado la violencia desatada este sábado en Sidney.
O'Farrell ha defendido la libertad de expresión pero ha hecho un llamamiento para evitar esta "inaceptable cara del multiculturalismo". "Estoy espeluznado por lo que he visto", ha declarad a Sky News.