El hombre, de 27 años de edad, ha confesado a la Policía ser el responsable de la quema de estos vehículos, 65 de gama alta --en su mayoría fabricados por Audi, BMW y Mercedes-- y 35 de menor categoría, en los últimos tres meses.
"Tengo muchísimas deudas, mi vida apesta y otros con coches de lujo son mejores que yo, así que se merecen esto", ha explicado el detenido, según ha explicado Oliver Stepien, un policía.
Esta confesión ha desmontado la principal hipótesis de la Policía, según la cual grupos extremistas eran los responsables de estos ataques. A pesar de ello, el director de la Oficina Estatal de Crimen (LKA), Christian Steiof, ha calificado de "éxito" la operación.
En los últimos años, ha aumentado la frecuencia de este tipo de ataques, sobre todo en los barrios con menor poder adquisitivo de la capital alemana. Sin embargo, en el último año se han disparado: un total de 470 coches han sido quemados.
En este contexto, las autoridades han lanzado un importante operativo, en el que participan 500 policías, 150 pertenecientes a las fuerzas especiales. El ministro del Interior de Berlín, Ehrhart Koerting, no descarta que se trate de una especie de protesta social.