La mujer mantuvo a sus tres hijas, de siete, ocho y 11 años secuestradas, atadas y amordazadas con cinta adhesiva llamándolas "niñas del diablo", de acuerdo al informe de la Policía de Tulsa.
Un vecino alertó a la Policía de lo que estaba ocurriendo después de que la niña de ocho años lograra escapar y contárselo.
Cuando los agentes llegaron a la casa hallaron a la niña en estado grave, con "tantas puñaladas que no se podían contar".
Taheera Ahmad admitió ante los agentes que había apuñalado a la niña porque está se resistió, según ha publicado el periódico de Kansas, 'The Wichita Eagle'.
Después de apuñalar a la menor, la mujer le prendió fuego a la casa y huyó con la hija de siete años.
En el informe policial también se lee que las intenciones de Ahmad eran las de "asegurarse que la hija de 11 años estaba muerta".
El portavoz de la policía de Tulsa explicó que Taheera Ahmad podría tener problemas psíquicos o estar bajo los efectos de las drogas.