El caso de Ellie Holman, una dentista de origen sueco y residente en Reino Unido ha trascendido en distintos rotativos internacionales tras difundirse que ésta había permanecido detenida en Dubái durante tres días junto a su hija de cuatro años después de que se bebiera una copa de vino en un vuelo desde la capital inglesa a Emiratos Árabes, tal y como apunta The Guardian.
Tras ser puesta en libertad bajo fianza, la mujer denunció las malas condiciones con las que ha tenido que convivir en prisión. “La comida que nos dieron olía a basura podrida y ni Bibi [su hija] ni yo la probamos. Estuve despierta durante los tres días”. Además, ha señalado que no le dejaron realizar ninguna llamada para avisar de donde se encontraba.
COMUNICADO DE LA OFICINA DE MEDIOS DE DUBÁI:
Sin embargo, desde la Oficina de Medios de Dubái informan de que no fue ese el motivo por el que se la detuvo, especificando que la “demanda legal” interpuesta contra ella fue por “cargos de blasfemia y por fotografiar a un funcionario del Gobierno en el cruce fronterizo, un área restringida”, tras reaccionar de forma inapropiada después de intentar entrar en la región con un pasaporte sueco caducado y tras rechazar la solución que le dieron una vez enseñó un segundo pasaporte, esta vez iraní.
El comunicado, íntegro y literal, así lo explica:
"Su Excelencia Esam Issa Al Humaidan, Fiscal General de Dubái, confirmó el sábado 11 de agosto que la Fiscalía de Dubái ha completado las investigaciones y cerrado el caso que involucra a una ciudadana sueca que intentó entrar a los Emiratos Árabes Unidos con un pasaporte caducado.
El incidente comenzó con la llegada de la acusada y su hija desde el aeropuerto londinense de Gatwick a bordo de un vuelo de Emirates. Intentó entrar al país utilizando un pasaporte sueco, que había expirado el 10 de junio de 2018. El oficial de inmigración le informó que no podía entrar al país con un pasaporte caducado. A continuación, mostró un pasaporte iraní, y el oficial le informó que podía entrar al país emitiendo un nuevo visado temporal, lo que le permitía una estancia de 96 horas, y que tenía que cambiar su vuelo de regreso de acuerdo con el nuevo visado.
La Sra. Holman se negó con enfado debido a los costes adicionales que requeriría el proceso, y procedió a insultar verbalmente al agente de inmigración y tomar fotos del oficial con su teléfono.
Se emitió una demanda legal contra la Sra. Holman con cargos de blasfemia y por fotografiar a un funcionario del gobierno en el cruce fronterizo, un área restringida. La mujer y su hija permanecieron juntas en la oficina de seguridad del aeropuerto durante menos de 24 horas mientras se las atendía, teniendo en consideración a su hija de 4 años. Su padre la recibió inmediatamente después de su llegada y posteriormente salieron del país. La fiscalía decidió retirar los cargos contra Ellie Holman y deportarla".