Entre el viernes y el sábado, cientos de jóvenes chiíes se manifestaron contra la familia real de Bahréin en una protesta que derivó en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que lanzaron gas lacrimógeno para evitar que los manifestantes bloquearan las carreteras.
En la manifestación del sábado Sayed Hashim Saeed, un joven de 15 años, murió tras ser golpeado en la cabeza con una lata de gas lacrimógeno. Sin embargo, las autoridades han constatado amplias quemaduras en el cuerpo del joven que podrían ser la causa de su muerte.
"Las primeras investigaciones han determinado que el joven fallecido era uno de los que participó en el ataque a las fuerzas de seguridad con cócteles molotov", ha dicho un policía a BNA.
Tras la celebración del funeral, este domingo, cientos de jóvenes chiíes se han manifestado de forma espontánea por la muerte de Saeed. En esta ocasión, las fuerzas de seguridad han lanzado gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud.
Al menos un manifestante ha resultado herido al ser golpeado en la cabeza con una lata de gas lacrimógeno, según han informado los activistas a través de la red social Twitter.
Inspirados por la Primavera Árabe, los bahreiníes tomaron la plaza de La Perla de Manama entre febrero y marzo para protestar por la discriminación de la población chií frente a la élite suní gobernante. Sin embargo, se encontraron con la represión de las fuerzas de seguridad nacionales, apoyadas por las de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
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