Los bomberos marselleses aún mantienen la esperanza de encontrar con vida al resto de inquilinos que en el momento del derrumbe ocupaban viviendas de ambos bloques.
Por eso los trabajos de desescombros han continuado de forma ininterrumpida durante toda la noche y a pesar de la intensa lluvia al tener evidencias de la existencia de posibles zonas de refugio en el que quedaron reducidos los dos edificios y donde podrían haberse cobijado algunos de los vecinos de los inmuebles. Los equipos de rescate creen que podrían ser hasta ocho personas.
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Este martes por la mañana los miembros del los equipos de rescate han encontrado el cadáver de uno de los vecinos.
Los bloques caídos estaban en los números 63 y 65 de la calle y tenían hasta cinco pisos de altura. Cada vez son más las denuncias de los vecinos de esta localidad del suroeste de Francia a orillas del Mediterráneo que han denunciado el lamentable estado de muchos de los edificios del casco histórico de la ciudad.