El Departamento de Estado ha recordado en un comunicado que en 2009 los candidatos presidenciales Karroubi y Musavi fueron detenidos y acusados "sin haber cometido ningún crimen", por lo que ha condenado la continuidad de su detención y el "maltrato" que esto supone para sus familiares.
Las autoridades estadounidenses han indicado que la Constitución de Irán, además de sus obligaciones internacionales "garantizan los Derechos Humanos de sus ciudadanos", entre los que se incluyen la libertad y la protección ante detenciones o arrestos arbitrarios.
En este sentido, el Departamento de Estado se ha "unido a la comunidad internacional" y ha renovado su "llamamiento para su inmediata liberación", además de instar a su Gobierno a "respetar sus obligaciones internacionales y liberar a todos sus prisioneros".
Musavi y Karoubi denunciaron fraude en las elecciones de 2009 y se convirtieron en símbolo de las movilizaciones sociales contra el expresidente Mahmud Ahmadineyad, las mayores desde la revolución de 1979. El Gobierno negó que se produjesen irregularidades y vinculó las manifestaciones con un complot orquestado desde el extranjero.