Las revueltas vuelven a las calles de El Cairo y Alejandría pero ahora dirigidas contra el nuevo presidente del país, el islamista, Mohamed Mursi, quien acaba de decretar que sus decisiones son inapelables por cualquer otra institución del estado, algo que ha irritado al resto de la oposición egipcia. Por ello se han lanzado a las principales calles del país para mostrar su rechazo y exigir a Mursi que rectifique y anule estos decretos. Los manifestantes han llegado a atacar en El Cairo y Alejandría varias sedes de la poderosa organización de los Hemanos Musulmanes que da soporte a Mursi.