Desde los estados tradicionalmente demócratas, –como el denominado corredor azul-, hasta los que tienen enormes minorías como Texas o Florida, la apuesta de los votantes ha sido un hombre que sencillamente ha vendido una enmienda a la totalidad del sistema. Los “políticamente correctos nunca le tomaron en serio porque decía tonterías, mientras que los que le han votado no hacían caso a sus tonterías y le tomaron en serio” asegura Joe Trippi, demócrata y consultor.
En las últimas horas el denominado ‘establishment’ se pregunta qué ha pasado, cómo es posible que no se enterasen de que más de 60 millones de personas en Estados Unidos estaban enfadados con el sistema, o desilusionados, o cansados, o que querían el cambio. Muchos millones para no haberlo ni siquiera advertido.
Durante su primera entrevista en el Despacho oval, ambos hablaron del traspaso de papeles y de altos cargos de la Administración. En 70 días tienen que nombrar a unos 45.000 nuevos altos cargos de confianza. Trump el 20 de Enero será presidente, tras jurar el cargo, y se encontrará la tradicional carta del presidente saliente en su mesa de trabajo. Ese será el primer día en el que Donald será considerado realmente el presidente de Estados Unidos.