Marie Le Pen, la dama de hierro francesa, la del terremoto político, ha logrado con su discurso del ‘no’ a Europa, al Euro y a los inmigrantes seducir a 1 de cada 4 franceses desesperados. Pero no solo ocurre en Francia, el fenómeno invade el continente en tiempos de crisis. En Austria suben, en Dinamarca arrasan, juntos hablan de reconquistar Europa destruyendo el proyecto desde dentro. En el Reino Unido, el populista Nigel Farage sonríe. Sus euroescépticos ya no dudan, van masivamente en contra de la Unión. Los radicales colocan sus ideas más oscuras. En Grecia Amanecer Dorado pese a ser acusados de asesinato y de instigar el odio, convencen al 10% de los griegos rescatados. Las estrellas de Europa sufren su golpe más duro y los extremistas que ya están dentro amenazan con apagarlas.