Los servicios secretos norteamericanos habrían interceptado la comunicación, firmada por el general Qassem Suleimani y dirigida a grupos armados chiíes iraquíes.
El presidente Barack Obama anunció el pasado 31 de agosto su decisión de atacar Siria en represalia por el bombardeo con armas químicas del 21 de agosto en Damasco. Sin embargo, su decisión de remitir la iniciativa al Congreso habría dado más margen a los grupos armados para preparar una posible respuesta, según las fuentes citadas por el 'WSJ'. También temen ataques contra la Embajada estadounidense en Líbano obra del partido-milicia chií Hezbolá.
Así, las autoridades estadounidenses estarían en alerta ante posibles acciones de buques rápidos iraníes en el golfo Pérsico, donde hay desplegados varios naves de guerra norteamericanas. Además, el Ejército ha preparado un plan de evacuación del personal diplomático, por si fuera necesario, y el Departamento de Estado está alerta ante posibles represalias contra intereses y representantes de Estados Unidos en Oriente Próximo y el norte de África.
El 'WSJ' informa de que otra de las preocupaciones de seguridad es la situación de Israel y los posibles ataques de Irán a través de su aliado libanés, Hezbolá mediante el lanzamiento de cohetes desde territorio libanés. Siempre según esta información, Francia temería igualmente que las represalias de Hezbolá podrían centrarse en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), en la que hay tanto militares franceses como españoles.