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La policía les buscaba desde hacía semanas. Kam McLeod y Bryer Schmegelsky, de 19 y 18 años respectivamente, eran los principales sospechosos de un triple asesinato. Todo empezó el 12 de julio, cuando ambos, amigos de la infancia, dejaron sus hogares en Port Alberni, en la isla de Vancouver y viajaron más de 2.400 kilómetros hasta Whitehorse con la excusa de que estaban buscando trabajo. Fue días más tarde, el 15 de julio, cuando las autoridades hallaron dos cuerpos sin vida pertenecientes a una pareja de turistas, asesinada a tiros. Cuatro días después, el 19 de julio, a escasa distancia del lugar donde aparecieron los cadáveres, la policía localizaba a una tercera víctima mortal; un tercer cuerpo, quemado, perteneciente a un hombre identificado como Leonard Dyck, de 64 años.
El 23 de julio, la policía señalaba a los dos jóvenes como sospechosos de los asesinatos, comenzando entonces una búsqueda que involucró tanto a la Real Policía Montada de Canadá como a autoridades locales e, incluso, fuerzas militares del país.
Peinaron la región Oeste de Canadá, específicamente el norte de Manitoba, y también Ontario, y finalmente ha sido en Nelson River (Manitoba), en una zona con mucha vegetación, donde han encontrado sus cadáveres. La Policía está “segura” de que los cuerpos pertenecen a los sospechosos. Así lo han confirmado ante los medios de comunicación en rueda de prensa, recalcando que no pueden confirmarlo oficialmente hasta que se les practique la autopsia.
Fue el hallazgo de objetos directamente relacionados con los dos adolescentes lo que el pasado sábado, por fin, tras recorrer cientos de kilómetros en vano, les ponía en la pista, haciendo centrar todos los esfuerzos en Nelson River, tal como indica el medio canadiense Global News.
“Sé que ha sido muy difícil y espero que el anuncio de hoy pueda comenzar a cerrar el caso”, ha dicho una portavoz policial tras comunicar el hallazgo de los cadáveres.
El padre de Bryer Schmegelsky temía que un final así ocurriese. Según informa el medio británico Metro, había manifestado que su hijo se encontraba en una “misión suicida” y quería “que su dolor terminase”.
Le recuerda comprando un traje negro antes de haberse ido a Alberta, supuestamente con el propósito de encontrar trabajo: “Ahora me doy cuenta de que es el traje de su funeral”, ha dicho, en declaraciones recogidas por el citado medio.