El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha advertido este martes a Bruselas de que la tasa plana que plantea para que todos los agricultores de un país cobren el mismo nivel de ayudas, independientemente de su sector o región, es "absolutamente excesiva" y que España exigirá flexibilizar esta convergencia para apoyar un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC).
Así se lo ha transmitido el ministro al comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, con quién se ha reunido en la capital europea para tratar de acercar posiciones de cara a la semana "crucial" que comienza ahora, y en la que el Consejo, la Eurocámara y la Comisión tratarán de cerrar un acuerdo político que reforme la PAC.
Por el momento, las posiciones están "muy distantes" en algunos de los puntos de máximo interés para España como, por ejemplo, la convergencia interna o 'tasa plana' que Bruselas defiende para repartir los apoyos dentro de cada Estado miembro. La última propuesta de Ciolos es asegurar al menos un nivel de ayuda equivalente al 75 % de la media europea, algo que España considera inaceptable.
"El 75% es un margen absolutamente excesivo y estamos pidiendo muchas cosas, que se baje ese margen, que haya elementos correctores (...), que haya una regionalización. Que todos los factores conjuntamente utilizados puedan conducir a que la reforma sea positiva para España, no es un problema sólo de cifra, sino de que haya una regionalización muy flexible", ha resumido Arias Cañete en declaraciones a la prensa en Bruselas.
El ministro ha recalcado en su encuentro con Ciolos las "características especiales del sistema agroganadero español" y la enorme diversidad de cultivos en España, además de "las enormes diferencias que hay de costos de producción entre unos cultivos y otros". Con ello, Arias Cañete subraya la "imposibilidad" de aplicar totalmente la convergencia interna y reclama criterios "correctores", para "impedir que los agricultores puedan tener disminuciones de ayudas comunitarias que pongan en riesgo la viabilidad de sus explotaciones".
La cita definitiva será el lunes y martes de la próxima semana, cuando los ministros de Agricultura de la UE, el comisario y la Eurocámara tratarán de cerrar en Luxemburgo el acuerdo, sobre el que las partes mantienen "posiciones duras" y para el que "todos" deberán "ceder".
Así las cosas, Arias Cañete ha advertido de que para que España apoye el acuerdo éste debe incluir "unos márgenes de flexibilidad que nos permitan que nuestros agricultores y ganaderos no vean reducidas sus ayudas y que puedan mantener sus beneficios".
"La línea roja del Gobierno es que ningún sector entre en pérdidas por razón de la aplicación de esta reforma, sino que todos sigan teniendo un nivel de ayudas que les permita que su cuenta de explotación siga siendo positiva", ha añadido. El ministro ha apuntado, además, que esta reforma es "la de más envergadura, de más ambición y la más compleja de aplicar" de cuantas ha pactado hasta ahora la UE para la PAC, por lo que es "lógico" que su negociación sea también "más complicada".
En cualquier caso, el titular español de Agricultura sí ha apuntado avances en otros asuntos de interés para España como es la "regionalización", cuya flexibilización permitiría también "neutralizar" el impacto de la convergencia interna en el campo español.
En concreto, el Gobierno plantea una regionalización que combine el potencial productivo y comarcas geográficas, "con una mayor flexibilidad para definir el número de regiones más adecuado" y Arias Cañete ha indicado que es una reivindicación que ha "obtenido" tras consultas con el comisario.
Ello va a permitir "una regionalización muy sofisticada, que pueda neutralizar los efectos más intensos de la convergencia interna", ha indicado el ministro, que aún así ha insistido en la necesidad de "bajar el porcentaje del suelo mínimo de la convergencia interna" y de introducir "elementos correctores" que puedan limitar esa 'tasa plana'.
NEGOCIACIONES COMPLICADAS
La semana de negociaciones en el seno de la UE que queda por delante será "lo más difícil" y el "problema" es que las posiciones están "muy distantes en todos los ámbitos", tanto en lo que se refiere al presupuesto para el periodo 2014-2020 de la nueva PAC y como en las cuestiones agrarias de fondo.
"Para España es complicada la convergencia interna, muy complicada, y sobre todo queremos prioridad absoluta a tener una regionalización lo suficientemente flexible para garantizar una aplicación de la PAC inteligente, desde un punto de vista agronómico", ha reiterado el ministro.
Preguntado por el riesgo de que las dificultades obliguen a aplazar la reforma si no se logra un acuerdo en Luxemburgo, Arias Cañete ha pedido concesiones de todas las partes para asegurar un "paquete global gestionable", al tiempo que ha confiado en la mediación de Irlanda --país que ocupa la presidencia europea hasta finales de este mes--, porque tiene un modelo agronómico muy similar al español.
"En la Unión Europea siempre he visto las crisis hasta el último minuto y, en el último minuto, se suelen resolver", ha confiado.