Esteladas y Els Segadors en el corazón de Hong Kong

  • Muchos manifestantes hongkoneses rechazan apoyar las protestas de Cataluña

  • El gobierno chino utiliza las imágenes en Cataluña para hablar de "represión occidental contra la secesión"

Esteladas, el himno de Els Segadors y gritos por la libertad de Cataluña en pleno corazón de Hong Kong. La primera protesta en apoyo de las manifestaciones catalanas que se celebra en la ciudad china reunió el pasado jueves en un céntrico parque de la zona financiera de Central a unos centenares de personas. Eso sí, un número bastante más reducido del que se esperaba.

“La manifestación del jueves no fue masiva porque algunos compañeros míos y yo estuvimos convenciendo a todo el mundo para que no fuera”, afirma R., muy activo en las protestas prodemocracia de la ciudad y que adivina en los organizadores de la marcha a una minoría que aboga por la independencia de Hong Kong. “Mucha gente retuitea vídeos y se apunta a protestas sin saber qué hay detrás ni las posibles consecuencias que podría tener”.

Dos situaciones completamente diferentes

Su compañera de lucha, Chen, se muestra más abierta al hermanamiento con la causa catalana. “Los movimientos en Hong Kong y Cataluña se parecen en que ambos protestan contra el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, contra gobiernos que se niegan a negociar y contra el tratamiento injusto de ciudadanos por sus ideas políticas”, afirma. “Yo, personalmente, no veo problema en apoyar un movimiento en otro país. Sin embargo, sí ha habido un debate muy intenso en las redes sociales. La mayor parte de la gente opina que no nos beneficia estratégicamente”.

Hong Kong vive desde junio una oleada de protestas ciudadanas multitudinarias y mayoritariamente pacíficas que han dejado también escenas de fuerte violencia en las calles, represión policial y la economía local bordeando la recesión. Las manifestaciones comenzaron en protesta contra la nueva Ley de Extradición -ya revocada por el ejecutivo hongkonés- que para muchos abría la puerta a la persecución política por parte de Pekín en una región autónoma que, aunque pertenece a China desde 1997, cuenta con leyes, derechos y libertades propias bajo el principio de “Un país, dos sistemas”.

Sin embargo, el descontento social hacia la creciente influencia de Pekín es profundo y la revocación de la controvertida ley, solo una de las cinco demandas que se piden ahora en las calles, ha sabido a poco. Pero muchos opinan que todo esto no tiene nada que ver con Cataluña.

“El contexto en los dos sitios es totalmente distinto. España forma parte de la UE y es una democracia. En Hong Kong estamos luchando para que se cumpla la autonomía, por el sufragio universal y contra el intervencionismo del Partido Comunista de China”, afirma Yu. “La palabra independencia no aparece en ninguna parte entre nuestras exigencias. Vincular las protestas de Hong Kong con la independencia de Cataluña no es una decisión inteligente. De hecho, diría que es tremendamente peligroso. Por supuesto que no lo apoyo”, espeta.

El gobierno en Pekín ve tras las protestas de Hong Kong intervencionismo extranjero e intenciones de independencia, lo que le sirve para simplificar su mensaje patriótico de cara a la opinión pública china y algunos temen que, además, pudiera servir de excusa para aplicar mano dura.

Además, las imágenes de las cargas policiales en Barcelona hace pocos días le han venido bien al gobierno chino, cuyos medios estatales difunden la idea de que Occidente también reprime las protestas secesionistas, y con tácticas, según China, incluso más duras que las de las autoridades hongkonesas.

“Me preocupa esta vinculación con Cataluña porque la gente pro-Pekín sigue acusando falsamente a los manifestantes de querer la independencia, lo que no es cierto. No buscamos la independencia, sino reformas”, asegura T., que subraya que su movimiento debe andarse con cuidado con estos detalles. “Cada paso es como patinar sobre hielo fino”, asegura.

“Me preocupa esta vinculación con Cataluña porque la gente pro-Pekín sigue acusando falsamente a los manifestantes de querer la independencia, lo que no es cierto. No buscamos la independencia, sino reformas”

Su opinión es la de muchos, que creen que mezclarse en luchas independentistas ajenas distorsiona sus demandas y les podría salir caro. “Esto puede causar confusión entre autonomía e independencia, y podría costarnos parte del apoyo internacional que hemos conseguido, especialmente por parte de EEUU”, opina Chen, que, sin embargo, cree que debería ser decisión de cada uno participar o no. “Nuestro movimiento no tiene líderes, no tenemos que estar de acuerdo en todo”.

Su compañera Na está de acuerdo, y remata: “La libertad, la democracia y los derechos humanos son valores universales que todos deberíamos defender. En este sentido, hongkoneses y catalanes estamos juntos”.