"Hemos limpiado la ciudad de perros y matones de Al Assad", gritó un comandante rebelde en un vídeo colgado este fin de semana en You Tube. Posteriormente, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización de oposición con sede en Londres pero con fuentes de confianza en el interior de Siria, confirmó la toma de la ciudad.
Los cristianos conforman un 10 por ciento de la población y muchos están a favor de los rebeldes. No obstante, temen la presencia de islamistas como el Frente Nusra entre las filas de la insurgencia.
Los radicales, además de combatir contra Al Assad, también dedican su tiempo a acosar a los cristianos bajo la excusa de que apoyan supuestamente al régimen. En las últimas semanas, dos obispos han sido secuestrados y un conocido sacerdote se encuentra desaparecido.