Fitch argumenta como motivo de esta rebaja "el resultado del referéndum del pasado 23 de junio, que tendrá un impacto negativo en la economía, las finanzas públicas y la continuidad política de Reino Unido".
La agencia es de la opinión de que "la incertidumbre tras el resultado del referéndum provocará una abrupta ralentización en el crecimiento del PIB a corto plazo conforme las empresas comienzan a aplazar su inversión y consideran cambios en el entorno legal y regulatorio".
Este anuncio tiene lugar después de que La agencia de calificación crediticia Standard and Poor's rebajara igualmente la calificación de Reino Unido desde 'AAA' a 'AA', en 'grado de inversión', con perspectiva negativa.