Tras cuatro días de intensos combates en Abiyán, capital financiera, los soldados franceses tienen todo listo, en coordinación con la ONU, en el aeropuerto de la ciudad por si fuera necesario evacuar a los extranjeros, la mayoría franceses.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha ordenado la reagrupación "sin demora" de todos los ciudadanos franceses para garantizar su protección. "No vamos a exponer a los franceses como rehenes o víctimas indirectas del conflicto", ha explicado a la radio RTL.
Francia, además, ha añadido 300 soldados más al despliegue militar que tiene en la capital económica marfileña, donde sus tropas patrullan los barrios donde viven los expatriados.
Esta medida ha provocado que un consejero del presidente saliente, Laurent Gbagbo, acusase a París de mandar un "ejército de ocupación sin mandato de la ONU" a Costa de Marfil.
En medio de esta situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido a Ouattara que investigue la matanza de civiles perpetrada en Duékué por sus tropas. Pero el presidente ha rechazado tajantemente una acusación de Naciones Unidas.
"El Gobierno lamenta las alegaciones de la división de Derechos Humanos de la Misión de Naciones Unidas en Costa de Marfil (UNOCI), que se han presentado sin prueba alguna tras la investigación preliminar", declara el Gobierno de Ouattara en un comunicado. EBP