El temor al contagio de coronavirus está haciendo aflorar conductas polémicas, también entre algunos dirigentes. Es el caso del gobernador de la provincia argentina de Jujuy, Gerardo Morales, que hace unos días proponía marcar las casas de los ciudadanos sospechosos de haber contraído el coronavirus y ahora se ha visto obligado a disculparse.
Morales hizo el controvertido anuncio el pasado domingo, cuando informó de que a partir de ese momento los residentes que regresaran a sus casas desde fuera de la provincia podrían pasar la cuarentena obligatoria de catorce días en sus domicilios, junto a sus familiares, algo que hasta entonces se tenía que cumplir en hoteles a costa del erario público. La parte cuestionable de la propuesta era que pondría una “faja”, a modo de precinto, para señalar los domicilios de esos jujeños retornados.
“Van a estar en cuarentena todos y les vamos a poner una faja en la casa, de que esa casa está en cuarentena y toda la familia está en cuarentena; y les vamos a decir a los vecinos, de la cuadra y de la manzana, que esa familia, la familia Pérez, García, Morales, la que fuera, está en cuarentena”, afirmó Morales, para añadir que el objetivo era obtener la "certeza" de que "el que entra en Jujuy no contagia”.
La indignación a cuenta del anuncio se desató entre organizaciones civiles y entre sus opositores políticos. Los medios de comunicación criticaron la iniciativa del gobernador y en algunos de ellos se llegó a comparar la decisión con las estrellas de David con que los nazis estigmatizaban a los judíos.
Morales se vio obligado a explicarse: “La expresión ‘poner una faja en una casa’ fue una expresión exagerada de mi parte por lo que pido disculpas”, indicó. “Esa expresión, en el marco de casi una hora de exposición, fue exagerada y deja entender que busca estigmatizar a una persona o familia. La estigmatización siempre genera odio y violencia, lo que está muy lejos de mi intención”, defendió.
Morales milita en la histórica Unión Cívica Radical (UCR) y es uno de los pocos gobernadores opositores al peronismo gobernante. Llegó al cargo en el 2015, al mismo tiempo que el presidente liberal Mauricio Macri, de quien se convirtió en uno de sus principales valedores provinciales. Gobierna una de una de las provincias argentinas con menor penetración del Covid-19, ya que sólo se han confirmado cinco contagios. Hasta la noche del miércoles, Argentina había confirmado 2.571 casos de coronavirus y 112 fallecidos.
El presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento social obligatorio de toda la población desde el 20 de marzo, aunque lo hizo con tan poco margen para que la población actuara que muchos ciudadanos se vieron obligados a confinarse en una localidad que no era su lugar de habitual de residencia. La cuarentena general pilló a muchos estudiantes y trabajadores temporales jujeños en otras provincias. Jujuy, como el resto de provincias, decretó el confinamiento y el cierre de sus límites territoriales prohibiendo el ingreso de personas, que sólo se autoriza con cuentagotas.