En declaraciones citadas por la agencia estatal de noticias Anatolia, Mutlu ha insistido en que el objetivo del asalto efectuado a primera hora del martes por la Policía antidisturbios en la plaza Taksim, en Estambul, no eran los manifestantes, sino retirar "las pancartas y banderas" de la estatua de Mustafá Kemal Ataturk (fundador y primer presidente de la República de Turquía) y del Centro Cultural de Ataturk (AKM).
Según la edición digital del diario 'Hurriyet', al menos dos personas han resultado heridas durante el asalto, en el que la Policía ha lanzado gases lacrimógenos y chorros de agua a presión para desalojar a los manifestantes, quienes se han trasladado finalmente al parque Gezi. Al respecto, Mutlu ha asegurado que la Policía no tiene ninguna intención de "intervenir en el parque Gezi".
CÓCTELES MOLOTOV
Las imágenes en directo de las televisiones muestran el lanzamiento de unos pocos cócteles Molotov contra los agentes antidisturbios. Según 'Hurriyet', los manifestantes se han desmarcado inmediatamente de los elementos más violentos y han asegurado por Twitter que nunca habían visto a las personas que han lanzado los cócteles Molotov en las dos semanas transcurridas desde el comienzo de las movilizaciones.
"Sabemos que algunos grupos marginales han intentado organizar una resistencia antipolicial mediante el lanzamiento de bombas de humo, cócteles Molotov y aparato pirotécnico, a fin de crear la percepción de que la Policía estaba haciendo un uso excesivo de los gases lacrimógenos", ha asegurado Mutlu en rueda de prensa.
"La gente y los jóvenes concentrados en el parque Gezi han adoptado una postura prudente y nosotros vamos a mantener esta excelente cooperación entre nosotros", ha agregado. Según 'Hurriyet', algunos manifestantes intentaron hablar este martes con la Policía en un intento por convencerla de que no utilizase gases lacrimógenos y también comprometieron a mantener la calma entre sus compañeros.
Las protestas comenzaron a raíz del anuncio de las autoridades de su intención de talar los árboles centenarios de la plaza Taksim para la construcción de un centro comercial, pero la violenta represión policial contra los manifestantes provocó posteriormente una movilización aún mayor en otros puntos del país para denunciar la deriva autoritaria del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.